Infancia

Aurora Amethyst nació en una pequeña aldea oculta en los profundos bosques del sur. Su comunidad era conocida por su habilidad para mezclarse con su entorno, vivir en armonía con la naturaleza y mantener secretos bien guardados. Desde pequeña, Aurora se destacó no solo por su apariencia de "zorro", sino también por su inteligencia y astucia.

El Ataque

Cuando tenía apenas ocho años, su aldea fue atacada por un grupo de bandidos que buscaban saquear sus riquezas. Durante el ataque, Aurora fue capturada y, en un acto de crueldad, le cortaron la cola. Esta experiencia traumática dejó una marca imborrable en su alma y le enseñó a desconfiar del mundo exterior. Logró escapar y fue rescatada por una pareja de comerciantes nómadas que la adoptaron y la llevaron a vivir con ellos.

Comerciantes

Los años que siguieron fueron una mezcla de aventuras y desafíos. Aprendió a valerse por sí misma, utilizando su ingenio para sobrevivir. La vida en la carretera con sus padres adoptivos le enseñó a ser adaptable y a no apegarse a ningún lugar o persona. Fue durante estos años que desarrolló su habilidad para el engaño y el robo, pequeñas travesuras que comenzaron como una forma de diversión y se convirtieron en una manera de afirmar su independencia.

Rebeldía

A pesar de su tendencia a meterse en problemas, Aurora demostró ser una talentosa bailarina, cautivando a las audiencias en cada ciudad que visitaban. Su gracia natural y su carisma la hicieron popular en las fiestas y celebraciones, donde su presencia siempre era bienvenida. Sin embargo, bajo su encantadora fachada, guardaba un profundo resentimiento hacia aquellos que le habían hecho daño, y una determinación de no permitir que nadie más la lastimara.

A los diecisiete años, decidió dejar a sus padres adoptivos para seguir su propio camino. Viajó sola por diversas ciudades, perfeccionando sus habilidades en el arte del engaño y el robo, y ganándose la reputación de ser una mujer que siempre conseguía lo que quería. Sus travesuras se convirtieron en una forma de rebeldía contra un mundo que consideraba injusto.

🍵 El Café de las Sombras 🍵

A los 23 años, después de años de vagar por distintas ciudades y perfeccionar sus habilidades en el engaño y la danza, Aurora Amethyst encontró un inesperado refugio en La Última Estación, un café clandestino donde los secretos fluían tan fácilmente como el espresso. Lo que comenzó como un simple trabajo para costear su estilo de vida, pronto se convirtió en una obsesión estratégica. Allí, entre vapores de café y murmullos disimulados, comprendió que la información era el verdadero poder.

Su mentor, Glam McLover, le enseñó la paciencia y el arte de escuchar, algo que contrastaba con su naturaleza impulsiva. Se volvió competente en la preparación de café, aprendiendo a distinguir un buen grano de uno mediocre, y perfeccionó el arte de la espera. En ese tiempo, Aurora dominó la habilidad de captar rumores y adelantarse a los movimientos de mercenarios, conspiradores y oportunistas que frecuentaban el café.

Sin embargo, su permanencia no era para siempre. A medida que afinaba su percepción, se dio cuenta de una verdad incómoda: los rumores que captaba comenzaban a girar en torno a ella misma. Su nombre se escuchaba en susurros entre los clientes, algunos la veían como una aliada valiosa, otros como una amenaza. La Última Estación, que solía ser su refugio, ahora la exponía al ojo de aquellos que no debía atraer.

La decisión de irse no fue sencilla, pero Aurora sabía que la discreción era su mejor ventaja, y quedarse más tiempo solo aumentaría los riesgos. La Última Estación era un punto de paso, no un destino. A los 24 años, con su conocimiento del café y su red de información bien establecida, desapareció de un día para otro, dejando atrás solo una taza vacía y el eco de conversaciones que nunca volvería a escuchar.

Así concluyó su capítulo en el café. No porque el lugar no tuviera valor, sino porque había aprendido lo suficiente para entender que su mejor jugada era seguir adelante.

Presente

Durante este tiempo, Aurora también comenzó a explorar su amor por la moda, vistiendo de manera llamativa y femenina. Esta contradicción entre su apariencia refinada y su personalidad indómita la hacía aún más intrigante. Se involucraba en aventuras y romances, pero nunca permitía que nadie se acercara lo suficiente para conocer sus verdaderos sentimientos.

Ahora, a los 25 años, Aurora Amethyst sigue siendo una figura misteriosa y fascinante. Ha aprendido a disfrutar de los placeres simples de la vida, como bailar y dormir, pero siempre está en busca de la próxima emoción. Su pasado, aunque doloroso, la ha convertido en una mujer fuerte y astuta, capaz de enfrentar cualquier desafío que se cruce en su camino. La vida de Aurora es una danza constante entre el peligro y el placer, una danza en la que siempre lleva la delantera.